íntegramente consagrada a la guerra.
Fuí a la escuela
todas las mañanas frías.
Ahora busco en cada taza
de café nocturna
a los monjes tibetanos
a los poetas santos
a los genuinos sacerdotes
de la vida
y espero. En el más aprehendido
de los silencios posibles
espero.
(1978)
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Gracias Luis
Qué buen poema. Me ha gustado muchísimo. Corto y contundente. Me agrada cómo jugó con la palabra "espero". Quedó una anáfora perfecta. Cariños!!!
ResponderEliminarGracias vecina. Se lo envié porque Ud sabe que que ciudad hablo. Saludos!
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